rafael novoa
El talentoso y churrísimo actor acaba de lanzar una nueva fragancia, lleva tres meses grabando como malo en 'Las trampas del amor'y ya terminó el rodaje de 'Póker', su primera incursión en el cine.
La sensualidad, la elegancia y el impulso comercial de Rafael Novoa lo han convertido en el hombre-anuncio perfecto para las marcas más prestigiosas. Campañas de relojes, perfumes y ropa, algunas de las que ha protagonizado el actor. Pero el bogotano no solo se dedica a lo comercial, fue elegido como el primer vocero masculino para apoyar la lucha contra el cáncer de seno, campaña sin ánimo de lucro que adelanta Avon.
Rafael acaba de ser noticia con Signature, fragancia que salió recientemente al mercado. Aunque no participó en la selección del perfume, asegura que se identifica con la marca y que la representa fielmente.
Lo vemos en vallas, anuncios y en campañas, actuando y viajando... ¿A qué hora descansa?
La verdad es que saco tiempo para todo. Trabajo mucho, pero trato de tener momentos para mí, para descansar y estar con los amigos. Uno se goza tanto el trabajo, que el agotamiento a veces ni se siente.
¿Y ya tiene su propio perfume?
Los de Avon me contactaron desde el año pasado para apoyar la lucha contra el cáncer del seno y lo hice sin ningún interés... Conocí a las sobrevivientes, estuve con ellas y la respuesta de su parte fue muy bonita. Después me hablaron de la fragancia, hicimos las fotos en Medellín y lanzaron la campaña. Fue muy chévere que hubieran contado conmigo.
¿Y cómo le fue con 'Póker'?
Terminamos de grabar hace mes y medio. Me siento como cuando uno sale del parcial y está a la espera de la nota. El éxito es algo tan relativo que uno nunca sabe. He escuchado muy buenos comentarios de la gente que la está editando y quedé muy contento con lo que hice, porque me entregué mucho al papel... La última palabra la tiene el público.
¿Y quedó con ganas de seguir haciendo cine?
Sí, fue una experiencia increíble, me la gocé y ya es ganancia saber que estuve al 120 por ciento e hice mi trabajo a conciencia.
¿Cómo va con 'Las trampas del amor', su nueva novela?
Llevamos cuatro meses grabando; estoy contento con mi personaje y lo único que espero es que no nos saquen al aire este año. Ojalá esperen hasta el próximo, para cuidar un poco el producto. Mi personaje es un antagónico y me gusta, la verdad es que es un cabroncito interesante...
¿Qué tal se siente hacer de malo, luego de ser el buenazo de Eduardo Montenegro?
A veces el público idealiza demasiado al personaje de bueno y eso es bonito, pero yo quería una cosa diferente, un reto, y al hacer de antagónico la cosa cambia... Me gustaría mucho que la gente que me quería antes, ya no me quisiera, después de ver la nueva novela...
¿Y cómo está el corazón?
Tranquilo, muy tranquilo.
¿Y anda ennoviado?
Estoy felizmente solo, no hay con quien andar... Me siento en paz, relajado y sin problemas. La persona llegará en su momento, pero por ahora estoy relajado y muy fresco.
¿Y qué pasó con el restaurante que montó con Lorena Pulecio, su 'ex'?
Eso no es lo mío, es un negocio muy difícil y hay que estar encima del lugar para que le vaya bien y sea próspero. Yo trabajo mucho en lo mío, así que lo mejor es vendérselo a alguien que se le mida y le guste el tema. Lo mío es actuar, no los negocios, pero bueno, así es que uno aprende en la vida.
¿Y que pasó con Lorena?
Es una gran mujer, una buena amiga y guardo los mejores recuerdos de ella. No tengo más para decir.
Por Sandra Paola Real
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